sábado, 28 de junio de 2014

Despedida y cierre. Va por ustedes, chicos

Va por ustedes, chicos.

Este pequeño y sencillo blog sin pretensiones, llega a su fin con algo más de 300 visitas en unos días. 

Espero que sirva, al menos, para cuando alguno de ustedes se sienta nostálgico pueda recordar alguna que otra anécdota.

Al menos, a mí, me ha servido para reflexionar un poco y acompañar mis madrugadas.

Quizás, se pueda pensar que experiencias como estas no son educativas. Nada más alejado de la realidad. Se crece y se madura, haciendo de los problemas oportunidades para educar.

Comienza el día. The last day.

Desayuno algo más reposado de lo habitual. Sin embargo, el cansancio acumulado hace mella en las lánguidas caras de nuestros alumnos. También de las nuestras, para qué negarlo.

Partimos para la visita a Barcelona: Catedral, Montjuïc...

Eduardo ve las estrellas en pleno día, cuando golpean sus llagas.

Almuerzo y partida hacia el aeropuerto.

Visto lo visto y vivido lo vivido, no íbamos a descansar hasta que todos hubiéramos tenido la tarjeta de embarque en nuestras manos.

Pesado hasta la extenuación: Chicos, ¿Los carnets? ¿Las maletas? La hora. Vigésima segunda vez en pocas horas.

Le llega el momento a Paula. No ve su carnet en la cartera. Comienzan los nervios. La veteranía de Lara pone las cosas en su sitio. Calma.

Por fin aparece. Respiramos. Respiran sin saberlo mis compañeros de orla.

Aún quedaba un percance más. Un error en los datos de uno de los pasajeros.

La simpatía de la señorita de Vueling y el humor de Eduardo, logran que todo quede en una anécdota.

Por fin, tomamos el avión.

Aterrizamos y comienzan las despedidas, las emociones. Yahaira nos deja la primera. Doramas también.

Llegamos a La Orotava. Los chicos y chicas del Villalba nos dejas entre despedidas emocionadas tras haber compartido experiencias y distintas realidades que nos enriquecen.

Llegamos al corazón del Valle, a ese barrio que se dirime entre tres municipios.

Nos aguardan los padres y madres ansiosos.

Termina el viaje, aunque no del todo. Comienza a fluir sin parar el grupo de Whatsapp.

Las cosas que allí se dijeron, no quedarán perdidas en el ciberespacio. Sólo los que dudan de la unión entre emoción y red se muestran incapaces de entenderlo. Probablemente no lo han vivido.

Eduardo, fiel a su poesía de la incertidumbre, escribió sus mejores versos ¡Cómo creció! Se sintió valorado y capaz. Siempre lo vimos así. Quizás por ver más allá de un presente impuntual. Proyecta un punto en el infinito y dirígete hacia allí. En la medida en la que encuentres tu lado serio sin abandonar tu buen humor, podrás conseguir grandes cosas.

Yahaira, todo corazón, apreciada desde tiempos lejanos, escribió un bonito mensaje, pero ella sabe que redactó otro infinitamente mejor, que sólo hacía confirmarme su mejor versión, esa en la que siempre he creído y que me ha permitido valorarla. En la medida que sigas siendo capaz de poner tu corazón en todo lo que hagas, sin dejarte desbordar por ello, podrás conseguir grandes cosas.

Paula, la de los errores aprendemos y damos gracias a ellos. Creció conmigo en el viaje. Siguió madurando. Pobres de aquellos que piensan que han dejado de hacerlo. Compartí algún disgusto contigo, pero también, el verte crecer y sentir. Una parte de ti, como de los demás, viaja conmigo. En la medida en la que sepas hacer de los problemas oportunidades, podrás conseguir grandes cosas.

Alejandro, una de mis mayores alegrías, no de ahora, sino de lejos. Verte sonreír y emocionarte, mientras te llevas tu título de enseñanza secundaria debajo del brazo, es para mí todo un orgullo y una alegría. Para tu tía y para alguien más, también. Un corazón que no te cabe en el pecho. En la medida en la que mantengas tu optimismo y ganas de vivir, respetando los gustos de los demás, podrás conseguir grandes cosas.

Laura, la chica hábil, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido. La que vive cada momento como si fuera el último. La que aprovecha cada instante para que no se le escape... En la medida en la que sepas entender la diferencia y sacar partido a tus muchas virtudes, podrás conseguir grandes cosas.

Omar, el chico de (bueno, no voy a repetirlo, queda entre todos nosotros, jeje). Siempre de buen humor y optimista, mediando y estableciendo puentes. Sólo te pierde el no entender los tropiezos como retos. En la medida en la que seas capaz de retarte a ti mismo, podrás conseguir grandes cosas.

Ariadna. Te he dejado para el final, porque nos quedamos para el final ¡Qué agradable hiciste mi espera! Hubiera sido tediosa de otra manera. Tu saber estar, tu paciencia, tu manera de no desesperarte y calmar mis ansias... me permitió no vivir la situación angustiosamente, sino como una experiencia más. En la medida en la que sigas aprendiendo de la viejta y no renuncies a nuevas experiencias, podrás conseguir grandes cosas.

Lara y Doramas. Todo mi agradecimiento para ellos. De ninguna manera este viaje hubiera sido igual sin ellos, sin sus atenciones, sin su saber estar, sin su experiencia, sin sus bromas y buen sentido del humor, sin su capacidad para cuestionarse y sin su comprensión para mis errores. Espero haber estado mínimamente a su altura y haber aprendido de ellos. También espero que sepan perdonar los momentos en los que no haya estado a su altura y los errores que haya podido cometer. Mil gracias a los dos.

Al lujo de compañeros que me acompañaron en la distancia durante el viaje y que hicieron posible que el viaje y la entrega de orlas transcurriera de una manera emotiva. Afortunado que soy de tenerlos.

No puedo dejar de tener un momento de recuerdo para todos aquellos que me hubiera gustado que hubiesen ido al viaje y que por diversas circunstancias no pudieron hacerlo. En especial, para Miriam, que no pudo ir en el último momento. Estuviste presente en el viaje. Son parte de una generación especial en el instituto y siempre los recordaremos a todos.







Dar las gracias a todas las madres y padres que tan bien se portaron conmigo. Ese es mi mejor regalo.

Un pedazo de cada uno de ustedes se queda en mi alforja, me acompañará en los momentos que no sean tan buenos y me hará darme cuenta de que hay personas y situaciones que valen la pena, más allá de los errores y desencuentros. Les dejo el último cuento: LAS HUELLAS DORADAS

Aquí finaliza el viaje que nunca haría y que, sin embargo, he hecho.

En voz bajita: Ha valido la pena. Todos ustedes son los responsables que así haya sido.

En voz alta: Ha valido la pena. Todos ustedes son los responsables que así haya sido.

Aquí finaliza el blog que siempre haría y que, sin embargo, he hecho

PARA USTEDES





martes, 24 de junio de 2014

Garfio y el Cloud Computing

Emulando al amigo y compañero de appsventuras, Sigfrido, hoy toca hablar del TIC TAC del reloj de Garfio. Para ser honesto, lo voy a hacer desde una acepción diametralmente opuesta a la suya, pero, sin embargo, complementaria. Sigfrido lo hacía desde la versión clásica de no perder la curiosidad lúdica por aprender y disfrutar de los nuevos descubrimientos.

Yo, para usar este concepto, no me voy a subir a una higuera. Lo voy a hacer desde una perspectiva más geek y actual, un tanto frikie si se quiere. Me voy a subir a la nube. Vamos, que voy a practicar deporte de alto riesgo: el Cloudcomputing.

Comenzamos.

Fue un día muy futbolero, como diría nuestra asesora futbolístico Lara. En este día, Lara hubiera podido disfrutar de una buena patada a una pelota, haciendo girar el cuero, dirigiéndolo no a la portería, sino a la parte más alta de la grada del Nou Camp.

La visita blaugrana me retrotrajo unos treinta años y Cichi Creus terminó de recordarme la oportunidad que en su día me dio el amigo Pep Claret.

Despistas.
Tocaba ponerse los patines. Los profes, algo caducos y tocados ya, decidieron mantener a salvo sus cascados tobillos. Menos mal que contábamos con la intrépida Lara (asesora futbolística en los ratos libres) para dejar bien alto el pabellón docente.

Sorprendieron Laura y Alejandro con su dominio del patín, con su estilo depurado.

Afortunadamente no hubo ningún percance ni caída relevante, más allá de alguna que otra risa, que, ni siquiera, llegó a la categoría de carcajada.

Almorzamos en el propio palacio de hielo y vimos calentar al Barça, sección de básquet. Fue la Bomba, Navarro.

Museo y Nou Camp
Todo se desarrolló de la machacona y esperada manera, con un Alejandro emocionado y un Eduardo que soñaba con pisar la hierba enfundándose la elástica azulgrana.

Cloudcomputing. Versión moderna de subirse a una higuera.
Ya por la tarde, visitamos la Ciudad Condal: Plaza de Cataluña, avenida del Ángel, Ramblas, mercado de la Boquería...

Todo transcurría de la manera esperada hasta que entraron en juego las nuevas tecnologías. Ya se sabe, cuando tratas con nativos digitales, es inevitable que prendan fuego a sus teléfonos inteligentes. Sobre todo a su adjetivo.

Compartimos un documento de Drive en la nube y comenzó el TIC TAC de Garfio. Peter no era el simpático niño que junto a Campanilla se negaba a renunciar a su curiosidad infantil por hacerse adulto. Peter decidió actualizarse y hacer uso del cloud computing, sólo que cambió su reloj por el de su mayor enemigo, Garfio. Dejó de ser, por un momento, el adorable niño para subirse a la higuera  y renunciar a ser breva.

El reloj de Lara no paraba de latir, hasta el punto de no poderse orientar ni con GPS. Claro, que ya se sabe, esto es cosa de nativos tecnológicos.

Lara no se subía precisamente a la higuera, escalaba directamente el Montjuïc. Casi deben establecer nuevamente el Sistema Métrico Decimal en las faldas del monte.

Para más inri, el pobre Jesús (yo mismamente) sufrió las iras de Hera (entiéndase Lara). Total, sólo contribuyó al rodaje de una nueva versión de la galardonada película de Almodóvar. Pobre Lara, lo que soporta. En un pedestal la deben tener, pero no creo que ella aguantara. Su carácter indomable y su actividad se lo impediría.

Afortunadamente, el ínclito Doramas, fiel escudero donde los haya, surgió de las Ramblas y desconectó el PC, terminando de un plumazo con el cloudcomputig.

Cena, fútbol con comentarista de excepción y merecido descanso... Y Márquez, marcó.





sábado, 21 de junio de 2014

Carretera y manta

Carretera
La verdad que se hizo más corta de lo esperado. Quizás por estar pendiente de resolver el problema de una alumna que había perdido su cartera.

Manta
Una vez almorzamos en el hotel y tomadas las habitaciones, toco dar una vuelta y comprar algunas cosas.

Celebramos el cumpleaños de Alejandro quecse mostró sorprendido porque no lo esperaba. Probablemente fuera porque no era su cumpleaños. Lo aguardábamos por fuera de una tienda y cuando salió, le cantamos el cumpleaños feliz y le regalamos unos auriculares con la esperanza de que se percatarse de la pequeña ironía y dejase descansar nuestros castigados oídos. Alejandro, cómo no, hizo gala de su gran corazón y sentido del humor para encajar la carnosa broma.

Después tocó playa o piscina. Algunos nos fuimos a la playa.

Más tarde, nos fuimos a montar dos horas en bicicleta. Sólo Laura se mostró entera y capaz de asumir el reto. Y vaya que lo asumió, haciendo relevos en el pelotón de cabeza. Pasamos un buen rato montando en bici en buana compañía, junto a los chicos del Villalba y su profesor Doramas.

Cenamos y, los que sobrevivíamos, salimos a dar un paseo. Al final del mismo, tuvimos una falta grave de respeto. Eduardo, enchumbó a su profesor de arriba a abajo. Como atenuante, señalar que su profesor, o sea yo mismo, lo mojó previamente, aunque esto no lo librara de una cruel venganza (jeje). La ducha era una tradición en Salou, aunque en honor a la verdad, no tan abundante.

Como castigo, Eduardo tuvo que superar una dura prueba que veremos retratada al final.

De regreso, unas alumnas se quedaron atrás y, Eduardo, se mostró tan caballeroso y eficiente como siempre, acudiendo solícito a su rescate.

La noche no dio para más y nos fuimos a acostar en espera de la deseada visita a PorAventura. Promete ser una nueva fuente de anécdotas y risas.



viernes, 20 de junio de 2014

Fuego amigo. Tírate por un barranco

Fuego amigo.

Debe ser que por ser pacifista y enemigo de cualquier forma de violencia, que en la primera partida de pintball, fui eliminado sin disparar un solo tiro ¡Qué fácil es poner una excusa para quedar bien y qué difícil de creer!

No me gusta demasiado esta actividad, pero tomándola como un juego sin ánimo probelicista, incluso te puedes hasta reír o realizar una pequeña reflexión sobre la marcha, acerca de lo fácil que resulta perder la vida, lo lejos que debemos mantener los enfrentamientos bélicos y la necesidad de encontrar otras maneras de resolver los conflictos.

¡Qué fácil es perder la vida! Sobre todo si tienes traidores en tus propias filas. Comencé la segunda partida intentando mejorar la sensación de ridículo inicial. Duré algún minuto más, lo cual no fue muy difícil, ya que partía de un tiempo inferior al minuto. Pero vamos, que no pasé de los tres minuto, cuando ya había recibido más de un impacto.

Levanto entonces mi arma y comienzo a caminar cuando caigo en la cuenta de que había sido alcanzado por la espalda. Uno, que tiende a pesar bien y equivocarse, lo atribuye inicialmente a una bala perdida de un compañero. Pero cuando sale Paula, me saca de cualquier duda. Me pregunta si me habían alcanzado por la espalda y me dice que había sido ella, que lo había intentando en varias ocasiones hasta que lo logró. Se suma Laura, señalando que ella también me había disparado y alcanzado. Y, para terminar, Eduardo, que también me tenía ganas, reconoce haberme disparado también. Eso sí, comenta que fue una vez había sido eliminado y portaba el arma en alto. Vamos, que me encontraba en una guerra ilegal (¿ se puede realmente decir que existe alguna guerra que sea legal?) en la que la convención de Ginebra brillaba por su ausencia.

Pero, como la venganza es un plato que se sirve frío, la ocasión me brindó una oportunidad. Eduardo sufrió un impacto allá donde el diablo perdió los calzones. Esa fue mi oportunidad para la revancha (menos mal que uno no es rencoroso). Y, por supuesto, no la desaproveché. Nos pasamos el día "precocupados" por  Eduardo y preguntándole si había tenido problemas al ir a realizar sus necesidades más íntimas.

Tírate por un barranco.

Mira que hay barrancos en Canarias para terminar viniendo a tirarnos a uno en el Pirineo Catalán. Eso sì, con agua, lo que se dice agua, poquitos. Salvo que te vayas a Masca en un año de muchas lluvias o te vayas a los nacientes de Benítez y Carballo. Perdón, de Marcos y Cordero.

¡ Qué risa ver las caras de todos deslizándose por los toboganes naturales del torrente! Lástima que se me escaparon Laura y Eduardo que salieron antes. Ha sido, junto al rafting, la actividad que más nos ha gustado hasta el momento.

En fin, que regresamos con la dignidad perdida, pero resarcidos con la venganza incluida en los platos del menú servido durante la cena.

Bueno, mañana más, pero como dice el Gran Wayoming, pero no mejor porque es imposible. Sobre todo, si tenemos en cuenta que nos quedan varias horas de carretera, tantas como para dar más de una vuelta a la isla.

jueves, 19 de junio de 2014

¿Viaje de fin de curso? No, concurso de aventuras

Cuando antesdeayer bromeaba con los alumnos en el grupo de whattsapp, no imaginaba la aventura en la que nos íbamos a ver inmersos.

Les había plantedo un pequeño juego en el que les iba contando anécdotas que me habían sucedido en viajes y ellos debían  averiguar las que eran ciertas y las que eran falsas.

Aunque Laura reclamaba el autopremio que se había asignado, he de decir que no las acertó todas. Primer jeje

Después de tanto cambio de última hora en las horas de salida del viaje algo no me terminaba de convencer. Realmente no me esperaba l o que iba a suceder.

Cuando nos dirigimos a sacar las tarjetas de embarque, comienzan a surgir los primeros problemas. Algunos de los datos de los alumnos no coinciden. Incluso el mío propio. Con más buena voluntad que otra cosa por parte de la  trabajadora que nos atendía en el,mostrador de facturación, fuimos pasando unos tras otros, pero con la amenaza sobre nuestras cabezas de no poder regresar si no lo arreglàbamos.

En esto, que llegó el turno de la última alumna, Ariadna. Y comenzaron los problemas reales. Ariadna no aparecía. Fuimos a la oficina de Vueling a intentar arreglarlo. Planteé la posibilidad de intercambiar mi billete con el de ella.

Cuando vi que la situación se estaba volviendo complicada, decidí reservar plaza con Aireuropa.

Intenté todas las soluciones que se me ocurrieron con Vueling, pero llegó un momento en el que tuve que decidir perder mi billete y bajar mi maleta del avión.


Como en todas las situaciones de crisis, surgen los lìderes. Cuando comunico a los chicos que no voy a ir en ese vuelo y que me quedo para ir más tarde con 
Ariadna, Eduardo asume la responsabilidad y me dice que esté tranquilo, que èl se encargade todo.


Agradecer a Lara y Doramas, los compañeros del Villalba el haberse hecho cargo de la situación.

Saco, entonces, dos billetes con Aireuropa y me dirijo a recoger la maleta. De regreso almorzamos, cuando apareció la representante de la agencia diciéndome que me había sacado dos billetes con Ryanair. Le digo que ya había sacado yo dos pasajes con Aireuropa. Devuelve los suyos y me reingresa el dinero.

Total, que Ariadna y yo, salimos por fin a las 19:30 horas de la tarde, llegando a Barcelona a las 23:30. Dexahí, 4 horas hasta los Pirineos, a donde llegamos a las 4:30 de la mañana.


Hombre al agua

A la mañana siguiente, hicirnos rafting. Nos lo pasamanos muy bien y salimos algo,mojados.Hubo batallas entre lanchas y más de un remojón en las frías aguas del rïo. 
Decubrimos un nuevo líder del uno dos, Alejandro. 
Ambos, Eduardo y alejandro colideraron la embarcación.


Esta juventud no está hecha para caminar.

Por la tarde, visitamos el lago san Mauricio y realizamos una ruta de unas tres horas. Más de un resbalón. 
No me gusta señalar. 
Alguno por reírse, acabó algo enfangado.


Por la noche


En la cena, Alejandro apareció con una tarta sorpresa para Laura que cumplía años. Saliö algo perjudicada por obra y gracia de sus amigas, que lerestregaron una buena porción de la tarta.

Mañana toca pintball por la mañana y barranquismo por la tarde

martes, 17 de junio de 2014

Día uno. Avance hasta la casilla 15

Primer día de viaje

Se encuentra usted en la casilla 4. Tireel dado.
Sale el nº3.
Avance hasta la casilla nº 7
Ha caído usted en mala hora. Avance directamente hasta la casilla nº 10.
Vuelva a tirar el dado nuevamente.
Sale el nº15.
El día cero fue un día de infarto.
11:30 de la mañana. Me encontraba en la CCP. Suena el teléfono. Era Lara, la Vicedirectora del IES Villalba Hervás.
Cambio de planes in extremis. Salimos a las 15 horas. Vueling nos ha recolocado en otro vuelo a las 15 horas en el aeropuerto del sur.
Escribo un mensaje en el grupo de Whatsapp. Los alumnos creen que bromeo. Les digo que permanezcan atentos a nuevos cambios.
A las 14:30 Lara me confirma definitivamente que salimos por el aeropuerto del sur a las 15 horas y regresamos un día después de lo previsto
Increíble, pero cierto.
Lo peor, tomándonoslo con humor, es que me hacía ilusión despertar al personal con un mensaje de audio a las 3 de la mañana.
En fin, que comienza el día un poco más tarde, pero ya en pie, quizás porque uno ya tenía programado el reloj biológico.
Preparo los últimos detalles y sigo.

lunes, 16 de junio de 2014

Día cero. Ya se oye a lo lejos

Día cero. 




Ya se oye a lo lejos el rugir de los motores del bong 747 que nos llevará rumbo a la Ciudad Condal o quizás son los nervios los que nos hacen escucharlos.

Siete intrépidos aventureros se preparan para este periplo fugaz, desgranando los últimos momentos de una cuenta atrás iniciada por Omar en el grupo del Whatsapp.

Los nervios ya no se disimulan. Es un buen broche a cuatro años en el IES María Pérez Trujillo. Para algunos es un paso más en sus vidas de estudiantes. Para otros supone un hasta luego. Pero para todos, va a significar un episodio inolvidable en sus vidas, imborrable tatuaje en lo más profundo de sus dermis, como diría Eduardo, el poeta de la incertidumbre que ameniza el grupo de mensajería instantánea. 

Las madres... ¡Ay las madres! Esas sufridoras silentes que vivirán el viaje de sus hijos en primera persona. Con los nervios de una primeriza, nos acompañarán en espera de una llamada que tarda en producirse, un mensaje escueto del dispositivo móvil. Un mensaje que nunca será suficiente.





Yahaira, corazón y piel todo en uno.
Laura, siempre más en la recámara.
Ariadna, la delegada que siempre pone cordura y responsabilidad.
Paula, la documentación in extremis, quizás como ella misma que se unió al grupo en el último momento, en el último año. Integrada como la que más.
Omar, la chispa de humor asegurada, baja el nivel de tensión como ninguno, a la par que lo eleva con su constante cuenta atrás que llega a su fin.
Eduardo, el discente poeta de la incertidumbre, a veces fogoso abrazador de idas y venidas.
Alejandro, apareciendo inesperadamente, pone siempre una pizca de humor y un corazón, que aunque trata de ocultar en ocasiones, no cabe en su pecho.

Y Miriam... Miriam, tendrá un hueco en nuestros pensamientos y más de un recoveco en nuestros corazones. Sin duda, viajará con nosotros. Es parte del viaje. Ha vivido con nosotros estos nueve meses y es parte indudable de esta partogénesis que en breve se inicia.

Atrás quedan las dulces y no tan dulces ventas semanales, los pedidos de Chago que no cesaban, las rifas iniciales, las reuniones, las ocupaciones del despacho de vicedirección, las bromas, la ilusión en espera, las conversaciones infructuosas buscando y no encontrando una víctima propiciatoria que los acompañase en esta travesía... un tutor que no daba la cara (cobrando una deuda, jeje) hasta que éste infeliz tuvo que asumirlo.






Esta vez no hay calificación, no hay nota ni expediente que cubrir, pero, también tiene su enseñanza. Probablemente más importante de lo que piensan. Van a convivir con nuevos compañeros, algunos de los cuales se convertirán en nuevos amigos con los que uasapear o quedar un fin de semana. Van a conocer geografía de la mejor manera. Algo de cultura que traerse debajo del brazo.

Y, cómo no, una advertencia, por milésima vez... El que no adecúe a las circunstancias su performance, lo cojo de la oreja y no lo pongo en Flandes, sino en la Ínsula Barataria de la que partimos (jeje, ya sé que son buenos chicos y no va a hacer falta, pero saben que me gusta meterme con ustedes) Más les vale... (jeje de nuevo).










Ya se oye el rugir los motores o quizás son nuestros nervios los que nos hacen escucharlos.

Bon voyage.


Nunca iré de viaje. Algo más que el título de un blog

Esa fue la frase pronunciada por mí hace ya más de 30 años cuando era un joven entrenador de segunda división, al verme envuelto en un viaje con el equipo y tener que dar la cara por unos jugadores que no se portaron nada ejemplarmente.

De camino al aeropuerto, cancelaron nuestro viaje y tuve que regresar al lugar en el que nos hospedábamos y rogar, empeñando mi palabra, que nos dejaran quedarnos un día más.

Ese día juré no embarcarme nunca en un viaje de fin de estudios.

Y será porque no me voy a embarcar, sino a enavionar, que heme aquí de nuevo inmerso en una peculiar aventura.

El año pasado ya tenté a mi suerte, pero pude escaparme de la tortura, pero ya se sabe, jugar con la suerte nunca la trae.

Todo comenzó esperanzadoramente. Varios candidatos que pronto me dejaron en la estacada.

Llegado el momento, por mi mala costumbre de empeñar mi palabra, tuve que cumplirla y embaucarme en este trasiego inesperado.



Para que fue aquello.

Grupo de usasap al canto.

Para seguridad en el viaje.

¿En el viaje?

¿Quién me iba a decir a mí que el viaje comenzaba antes?

Petado hasta la eternidad, apagando algún que otro fuego sin tener de bombero más que un llavero en un grupo creado por la ínclita Miriam.



Pronto se percató de lo alocado de la aventura y nos dejó. La llevaremos con nosotros. Tendrá un hueco en nuestros pensamientos.

De todo hemos descubierto. Desde un poeta de la incertidumbre hasta un osado escribano. 

Entre bromas y veras, alguna que otra chispa saltaba.

Algunos años ha ya que los conozco, más nunca dejan de sorprenderme.

Siete intrépidos aventureros y una agripina que viaja en nuestro corazón.

Veremos que depara esta osada correría allende los mares, de vuelta a Catalonia. Todo por probar un día el elixir de Canaletas



Y no olvides...